Twice-told tale Segunda parte
Malcolm había estado ya un día en el desván y el fantasma del joven no aparecía.
Tampoco había nada a su alrededor. El techo de chapa, tenía algunos agujeritos
por donde se filtraban los rayos del sol que alumbraban el lugar
-Debo salir de aquí!!!- se dijo.
Entonces empezó a dar patadas al techo que no parecía muy bien agarrado.
De pronto se cayó una pequeña chapa, pero era tan pequeña que sólo podía sacar
la cabeza.
-Ayuda!!-grito Malcolm,
Pero nadie se acercó.
Malcolm pasó una semana sin comer, estaba casi muerto, tirado en el piso
del desván totalmente deshidratado, sin fuerzas, delgado. Ya con sus últimas palabras gritó.
-Ayuda!!!!
Debajo de él se escuchó que alguien caminaba fuerte. Inmediatamente se
bajaron las escaleras del desván y una señora descendió de ellas.
-Oh Dios , pero ¿qué te pasó?- le dijo la mujer al ver a Malcolm.
Malcolm ya no podía hablar pero la escuchaba perfectamente y pensaba que
al fin alguien venía a socorrerlo. Pero de pronto la señora comenzó a reír, era
una sonrisa macabra, loca.
Malcolm la seguía mirando, ahora asombrado y sin poder moverse.
-¡Te engañamos bien!, - le dijo – ¿Creíste que te venía a ayudar?
La señora desapareció, la escaleras del desván se subieron solas y
Malcolm siguió tirado en el pisó escuchando
los latidos lentos, cada vez más lentos de su corazón, hasta que de pronto no
se escucharon más.
Malcolm murió en un desván de una casa abandonada.
José Luis Pinto 2° C