Bienvenidos a Catarsis Literaria y algo más Este es un espacio abierto a todos los estudiantes de la E.E.S.T N°1, para que a través de la escritura expresen sus opiniones, sentimientos y su talento literario.

La psicología de los Superheroes.


¿Cómo podríamos definir a un Superhéroe

Básicamente como una adaptación del héroe clásico nacida en los años '30. A pesar de que "legalmente" solo pueden llamarse Superhéroes a los personajes de DC Comics y Marvel, ya que el término es una marca registrada en los Estados Unidos, suhistoria y psicología trascienden el ámbito leguleyo y alcanzan el status de mito moderno.

¿Qué circunstancias conforman a un Superhéroe? En principio, la narración, una especie de mezcla de relato mitológico donde el elemento religioso o espiritual es sustituído por algún matiz de la ciencia ficción.La característica principal de los Superhéroes es que todos ellos poseen un momento de quiebre en sus historias. Hay un origen preciso en el que se transforman en Superhéroes; ya sea a causa de algún poder sobrenatural recibido o de un trauma concreto.
Ya dentro de la categoría de Superhéroes debemos separarlos en dos grupos. Los Superhéroes de origen no humano, por ejemplo, Thor y Superman; y de origen natural, es decir, humanos, como Spider-man o Flash. Una posible tercer categoría podría incluir a los mutantes, como los X-Men, aunque estos últimos claramente tienen un origen terráqueo.
Hay varias formas de convertirse en un Superhéroe. El caso más repetido se produce a causa de un experimento fallido (Spider-Man4 FantásticosHulkFlash), o bien un deseado (Capitán América).
Otra forma clásica de transformarse en un Superhéroe es obteniendo algún tipo demagia o tecnología avanzada; por ejemplo, la armadura de Iron Man, las garras de Wolverine o el anillo de Linterna Verde.
Finalmente existe una tercera forma de convertirse en Superhéroe, que se produce a causa de una situación traumática. En este sentido, los más conocidos son Batman y Daredevil.
Los superpoderes no son un requisito indispensable para ser un Superhéroe. Lo que si es necesario es poseer una suerte de sublimación de las capacidades humanas. Un caso paradigmático es el de Batman, que carece de superpoderes pero que posee una inteligencia casi sobrenatural (y que rara vez vemos reflejada en sus películas).
Ahora bien, la psicología del Superhéroe lo lleva a luchar desinteresadamente por el bien. ¿Cómo se define ese "bien"?. A través de la figura del Inocente. En este sentido, los Superhéroes son una fuerza moral y ética que excede a la ley. De hecho, a menudo se mueven al margen de ella. Este hábitat marginal tiene una explicación bastante simple: la ley no siempre es éticamente correcta. Recordemos que en la Alemania nazi también había leyes, y no por ello podríamos decir que era ético seguirlas.
La psicología del Superhéroe agrupa cuatro valores morales irrenunciables: compasión, sacrificio, generosidad y autocontrol.
Pero tal vez el rasgo más interesante de la psicología de los Superhéroes es la necesidad de resguardar el Yo, lo cual los obliga a vivir dos vidas simultáneamente a través de un alter ego conforme al cual pueden conservar su lugar de individuos  dentro de la sociedad. Ningún Superhéroe vive en un aislamiento total de la humanidad.
La identidad secreta o alter ego del Superhéroe es casi siempre una representación común, y a menudo pusilánime, del ciudadano promedio. Hay excepciones, naturalmente, como Superman, cuyo alter ego persigue objetivos inversos. Supermanno se convierte en Supermanes Superman, y su disfraz es el anodino Clark Kent. 
Desde luego, ningún Superhéroe podría subsistir sin la presencia de un Villano, unarchienemigo que elabore oscuras maquinaciones para extraviarlo de sus objetivos.
La diferencia más acentuada entre el Superhéroe y el Héroe clásico es que el primero persigue intereses económicos además de los puramente estéticos. De esta forma, es raro que un Superhéroe muera, mientras que los Héroes, para ser tales, deben morir al concluir su tarea. 
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El placer de leer

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Producciones

SÁBADO DE TERROR

Cada momento que vuelvo atrás, 
se repite el intento de felicidad.
Y en el lindo silencio de la soledad
busco agostos sin vientos, un agradable pasar.

Las calles vacías, mentiras tardías,
en lo bajo del sueño duermen los recuerdos.
La mentira es la bandera de la vida
que flamea sonriente destruyendo cielos.

Desde el centro del horror
cada sábado sin vos.
Pincho globos del terror
con frías lágrimas.

Detrás de cada llanto hay mil sonrisas olvidadas.
Nueve siglos no son pocos, algo más de un día solo.
Las puertas que se cierran son huellas borroneadas
del destino  que me vio llegar.

La luna no amanece,
la noche no aparece,
y todavía hay
tanto dolor por llorar.

Las estrellas se caen 
en el vacío del espacio.
Me reflejan la existencia
de algo sobre vos.

Dejaste tus palabras olvidadas,
tiradas en el piso,
que algún día recordadas,
llenarán el vacío inexplicable de mi alma.

Con un color pinto el libro del amor
que me escribiste aquella noche de terror.
El espejo no me muestra el recorrido de la ausencia, 
las palabras no me alcanzan, el reflejo de tu voz.

Detrás de cada llanto hay mil sonrisas olvidadas.
No te creas sobreviviente de la guerra presente.

Matías Pascali, 4° Informática



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Vanguardia

Ese billete verde

Ese billete verde que tanto deseamos
algunos en cantidad, otros sólo para la buena suerte.
Algunos necesitan trabajar mucho para tenerlos
otros, con tener una máquina, lo consiguen
para luego trasladarse en Cavallinos Rampantes.
¡Lo dejo a tu criterio!
Francisco Calgaterra, 6° Informática.

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Producciones

Regreso a la libertad
   Después de veinte años de estar alejado de su madre, de su casa, del pueblo que lo había visto nacer, de la gente que lo había visto crecer, Néstor decidió que era hora de volver.  Estaba convencido de que todo tenía u final, pero no  un final de "nunca más", sino un final de meta, de llegada, de cumplir y empezar a disfrutar de lo que estaba hecho. Estos pensamientos que inundaban su cabeza no significaban que estaba cansado de su vida ni mucho menos, al contrario, Néstor había necesitado salir de aquel viejo pueblo para crecer como profesional y como persona. Pensó en volver, pero tal vez no imaginó que iba a ser tan caótico.
   Cinco de noviembre, aquel hombre fue a la terminal de ómnibus de Rosario para sacar los pasajes que lo llevarían al viejo pueblo de su infancia. Los años no habían borrado de su memoria aquellas calles con poca luz que iluminaban lo más profundo de sus juegos.
   El hecho de volver al pasado no era lo que más le preocupaba, sino cómo enfrentarlo. ¿Cómo le diría a su mamá lo que estaba pasando en su cuerpo? El exitoso cantante ya no era el mismo chico de barrio con su guitarra en mano que se había fugado en los años 90, ahora era más, o tal vez, menos. Transpiraba con el hecho de sólo pensarlo.
   Escondido y con los ojos llenos de angustia, recorrió los pasillos de la terminal. En su equipaje, una bolsita que le traía recuerdos de cuando hacía lo "prohibido" a escondidas. Tal vez para muchos esa no era la salida, pero él sabía que inhalar le secaba las lágrimas, y que nadie podría cambiárselo. Con los auriculares en sus oídos, esperando en la plataforma se dedicó a mirar el más claro infinito mientras en su cabeza rebotaban las palabras que formarían las más rebuscadas excusas . Empezó a temblar, un guardia se acercaba, ¿acaso sospechaba?.¿Por qué lo haría? Él actuaba como una persona normal.
   Después de veinticinco minutos de espera, el colectivo llegó. Antes de subirse no pudo contenerse, tomó su bolso y fue al baño. Después de tratar de llenar la ausencia que le provocaba la desesperación  de no saber qué iba a pasar, decidió salir y subir al micro.
   Horas de sueño, desde Rosario al centro del país, en su cabeza la nostalgia lo invadía, la culpa lo desilusionaba de sí mismo.
   Después de un largo rato, se despertó y bajó del bus, sintió algo raro, el viento le traía recuerdos. El espanto que sentía era inexplicable.
   Néstor caminaba por las calles que alguna vez habían sido suyas y cada paso que daba era una bala de la guerra que estaba perdiendo contra su propia personalidad.
   Las cosas habían cambiado, ya nada era como antes; el cielo tenía otro color, la luz era más gris, las casas despintadas, el pueblo todo estaba tan vacío como él. Tal vez ya nadie lo miraba con los mismos ojos. No se detuvo, siguió caminando bajo los efectos duraderos de su remedio y después de varias cuadras llegó hasta donde estaba su casa. Golpeó la puerta casi sin fuerzas, con desgano y miedo, esperó paralizado alguna respuesta, pero nada pasó. Después de insistir un largo rato, una vecina de la casa de enfrente a quien reconoció de casualidad porque nada tenía que ver con aquella dulce muchacha de su niñez, le dijo que la dueña anterior ya no vivía más allí, que se había mudado dos cuadras más al norte.
   Otra vez él y su soledad caminaban hasta que se detuvieron frente a un gigante portón negro de madera, que de negro sólo le quedaba poco porque ya estaba deteriorado, buscando alguna rápida excusa del porqué de su regreso. La única verdad era que volvía para reencontrarse consigo mismo, pero eso era largo de explicar y difícil de entender.
   Tocó a la puerta esperando alguna señal. Después de unos minutos un anciano la abrió y lo hizo pasar. Trataba de fingir alguna sonrisa mientras se preguntaba quién sería ese sujeto. Después de un breve intercambio de palabras logró entender que el anciano era la pareja de Nelly, su madre quien estaba tejiendo en el fondo del patio, de espaldas, frente a una piscina.
   Sorprendido de verla, caminó hacia ella y sólo dijo "hola"
 -¿Qué hacés acá? dijo Nelly con voz decidida
 -Vengo a recorrer el camino que perdí, mamá- le contestó Néstor con voz quebrada.
 -¿Mamá? Mi hijo se fugó hace años y me dejó preocupada por meses sin saber nada de él. Lo      busqué por todas parte y lo único que conseguí fueron dos palabras: "ESTÁ MUERTO". ¿Quién    sos? ¿Qué querés?
 - Mamá soy yo, mirame.
   Nelly se volteó y obviamente no lo reconoció. La fama barata había arruinado a quien era su hijo, había perdido peso, estaba destruido física y seguramente psicológicamente, también. Pero ella iba por más, quería recuperar esperanzas y creer que ese muchacho pisoteado por la vida que estaba frente suyo, era su hijo. Pero, ¿cómo lo haría? Le pediría una prueba, algo que sólo su hijo supiera y nadie más.
   Néstor se fue del lugar y comenzó a revolver en sus recuerdos, buscaba en su memoria algo que hubiera perdido en su infancia.
   A la hora regresó y le dijo:
 -Mamá tengo lo necesario para que me creas.
 -¿Qué es lo que pensaste? ¿Cuál es la prueba?- le dijo
 -Me acuerdo perfectamente cómo le decías a papá que lo amabas, cómo le prometías que su amor  iba a ser eterno al igual que su pareja y la noche de invierno en que te regaló una caja de  bombones frente al hogar de leños.- expresó.
 -Hijo, el amor no es eterno, tampoco las mentiras, me acuerdo perfectamente de esa noche, como  también recuerdo que al otro día te fuiste y nunca más tuve noticias tuyas y también recuerdo cómo fallecía tu papá  horas después de que te habías fugado. Perfectamente, me acuerdo de todo.
Matías Pascali, 4° Informática






   


   








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Opinion

Más atención

El otro día regresaba de la escuela hacia mi casa y, de repente, cuando estaba cruzando la calle, un automóvil se atravesó en mi camino y casi me atropella. Cuando miré al conductor, noté que manejaba hablando por teléfono. Me pareció una gran imprudencia, ¿no podía el hombre detenerse para hablar por el celular sin poner en peligro a los demás?
Como consecuencia de este "casi accidente" que pudo haberme dañado, decidí hacer una estadística.  Nada importante, me puse a contar cuántos eran los autos cuyo conductor no utilizaba el celular mientras manejaba. Los resultados me sorprendieron. Así como la cantidad de jugadores de basquet en la cancha, no lograba contar más de cinco autos que manejaran sin usar el teléfono móvil en el centro de la ciudad. La pregunta es: ¿no pueden dejar el celular aunque sea un momento?
Prestando aún más atención a las personas de mi alrededor pude ver que todos son dependientes de algún tipo de dispositivo electrónico: gente que va por la calle escuchando música distraída, que te choca, que no escucha las bocinas de los autos; gente que habla por celular todo el tiempo; gente que no puede vivir sin conectarse a Facebook ; gente adicta al televisor...
El Ministro de  Ciencia y Tecnología expresó:"hoy en día el 90% de las perdonas no puede vivir sin el uso de un dispositivo"
El problema radica en que se utiliza por demás, no digo que no deban usarse aparatos electrónicos, sino que no se abuse de ellos, hay muchas cosas para disfrutar como el aire libre, los deportes, la familia; hay cosas mejores que perder el tiempo encerrado en una casa frente a una computadora. ¡Hay que vivir la vida!
Francisco Latorre, 5° año Informática

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