Bienvenidos a Catarsis Literaria y algo más Este es un espacio abierto a todos los estudiantes de la E.E.S.T N°1, para que a través de la escritura expresen sus opiniones, sentimientos y su talento literario.

Dia del maestro


ROSARIO VERA PEÑALOZA
En el día del maestro, es necesario hablar de una leyenda llamada Rosario Vera Peñaloza. Si Sarmiento fue el padre del Aula, ella fue la madre. Vale la pena conocer la vida, el pensamiento y la obra de Rosario Vera Peñaloza porque seguramente muchos jóvenes no la conocen y  muchos grandes, saben poco y nada de ella.
Rosarito nació en la Navidad de 1873 en Atiles un pueblito perdido en el corazón de La Rioja. Rosarito hizo la primaria en San Juan, la patria chica de Sarmiento. A los 15 años, al morir  Sarmiento, ella siente en el pecho un dolor muy profundo y una suerte de llamado para continuar su camino.
Rosarito fue perseguida por los retrógrados y oscurantistas de siempre. Todo porque ella no se dejaba domesticar por la educación ortodoxa, cerrada, vacía de contenido humanista y social. Escribió 25 libros, en su mayoría inéditos. Militaba con su palabra pero más con la acción: hacía mucho y hablaba poco. Fue incansable fundadora de museos y jardines de infantes en todo el país. Ocupó 22 cargos públicos. Fue maestra en muchas provincias. Hizo del país un aula.
Era austera, pequeña, calladita, franciscana en sus formas y en el fondo. 
Hizo del aula un altar y de ese altar un país. Se ganó el título de “Maestra de la Patria”. Entregó hasta los momentos más importantes de su vida personal sin pedir nada a cambio. Escribió su credo patriótico que bien podría estar colgado en todas las escuelas. Vale la pena conocerlo:
1) Amar a la patria más que a sí mismo.
2) No jurar en su santo nombre falsamente.

3) Conmemorar sus glorias.
4) Honrar a la madre patria en todos los actos de la vida.
5) No matar el sentimiento patrio con la indiferencia cívica o la tolerancia indebida. 
6) No realizar acto alguno que mengue la propia dignidad. Quien se dignifica a sí
    mismo dignifica a la patria.
7)  Cuidar los bienes del estado más que de los propios.
 
8) Buscar y practicar siempre la verdad.

9) No desear jamás tener otra nacionalidad.
10) No ambicionar los derechos de las demás naciones ni mucho menos pretender    
     su dominio y dar a la Argentina capacidad para no ser superada ni vencida.

En 1950, en Chamical, mientras estaba ejerciendo como maestra de maestras, se alejó del grupo de docentes a quienes les estaba dictando un curso y se dejó morir sobre una piedra de esa tierra que tanto amaba.
Fue una patriota, una heroína civil que le ganó mil batallas a la ignorancia.
Argentina seguirá siendo bendita si valora su cultura y a sus anónimos guerreros de la palabra y la inteligencia. Como dijo José de San Martín: “No hay ejército más poderoso para defender nuestra soberanía que la educación”. Y es una verdad grande como una Nación que se confirma todos los días.
                                                                       Fuente: Alfredo Leuco

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