Adios a un
grande de las letras hispanas
El autor mexicano murió a los 83 años; ganador del Cervantes y el
Príncipe de Asturias, dejó una obra prolífica de ficción y ensayo.
CIUDAD DE MEXICO.- El mundo perdió ayer a uno de los más grandes
exponentes de las letras hispanas. El escritor y ensayista mexicano Carlos
Fuentes, autor de La muerte de
Artemio Cruz y ganador del
Premio Cervantes, entre otros logros de una vida prolífica que lo situó entre
los autores más descollantes de la llamada nueva novela latinoamericana, murió
a los 83 años.
Aún queda fresca en la memoria su reciente participación, dos semanas atrás,
en la 38a Feria del Libro de Buenos Aires, en la que brindó una clase
magistral. Fueron 45 minutos de pie, sin tomar siquiera un vaso de agua, en los
que expuso con claridad sus ideas ante un auditorio fascinado de 800 personas,
que siguieron atentamente cada una de sus palabras. Fue una clase en la que
expresó su preocupación por la degradación política en América latina, confesó
que lee todos los años el Quijote como si fuera la primera vez y mencionó al
escritor Juan Rulfo y a su novela Pedro Páramo como su herencia mexicana más inmediata. Quizá
por esa razón la noticia de su deceso, cuando eran ayer las primeras horas de
la tarde en Buenos Aires, golpeó con fuerza en el mundo de las letras y la
cultura.
El intelectual y escritor mexicano, que formó parte del boom
latinoamericano de los años 60, murió en el Hospital Ángeles del Pedregal, en
el sur de la capital mexicana, tras haber sufrido, en su casa, durante la
madrugada y de forma inesperada, "una hemorragia grave del tubo
digestivo", según informó Arturo Ballesteros, el médico que lo atendió. "La
literatura latinoamericana, por su diversidad, su tamaño y sobre todo su
calidad, ya pertenece a la gran literatura mundial", señaló durante una
entrevista, el día anterior a su exposición en la Feria. Durante
esa entrevista dijo recordar "el fervor del público" de su visita
anterior, una década atrás, y recordó su deslumbramiento por Buenos Aires,
ciudad que conoció cuando tenía 15 años. Fuentes anunció además en esa
oportunidad que en noviembre publicaría una nueva obra, titulada Federico en su balcón, sobre un diálogo imaginario entre
Nietzsche y Dios.