Digamos que hemos poblado los sueños de ladrones. Digamos que en realidad estamos solos. Digamos que la ira se agota y la bondad no acude. Digamos que en la historia no buscamos más que nuestra presencia y que en la batalla solo nos importa aquello que nos señala, aunque eso signifique la muerte…
Seré ese monstruo que se esconde detrás de los encantos, que nadie se atreve a amar. Los fracasos me presentan caminos, que seguiré recorriendo hasta encontrar mi otra mitad...
Juan López - ex alumno