Tomas Tranströmer, que recibió el jueves el Premio Nobel de Literatura a los 80 años, es el más conocido de los poetas escandinavos vivos y cuenta con una obra en la que explora la relación entre nuestra intimidad y el mundo que nos rodea.
Psicólogo de formación, sugiere que el examen poético de la naturaleza permite sumergirse en las profundidades de la identidad humana y de su dimensión espiritual.
"La existencia de un ser humano no acaba allí donde acaban sus dedos", declaró un crítico sueco en referencia a los poemas de Tranströmer, a los que describe como "oraciones laicas".
La fama de Tranströmer en el mundo anglófono debe mucho a su amistad con el poeta estadounidense Robert Bly, que tradujo al inglés buena parte de su obra. Esta ha sido traducida a unos cincuenta idiomas.
En los poemas de Tranströmer abundan las metáforas y las imágenes. Ilustran escenas simples de la vida cotidiana y de la naturaleza.
Su estilo introspectivo, descrito por la revista Publisher Weekly como "místico, versátil y triste", desentona con la vida misma del poeta comprometido en la lucha por un mundo mejor y no únicamente a través de sus poemas.
Nacido el 15 de abril de 1931 en Estocolmo, Tomas Tranströmer fue educado por su madre, después de la partida, muy temprana, de su padre.
Diplomado en psicología en 1956, trabajó en el Instituto Psicotécnico de la Universidad de Estocolmo. En 1960 empezó a ocuparse de jóvenes delincuentes en un instituto especializado.
A la vez que desarrolla una rica obra poética, trabaja con discapacitados, condenados y toxicómanos.
Con 23 años, todavía estudiante, publica su primera antología "17 poemas", en una de las mayores editoriales suecas, Bonniers, con la que seguirá a lo largo de toda su carrera.
Para el editor, la poesía de Tranströmer es "un análisis permanente del enigma de la identidad individual frente a la diversidad laberíntica del mundo".
En 1966, recibe el prestigioso premio Bellman. Seguirán numerosas recompensas, como el Neustadt International Prize (Estados Unidos, 1990).
En 1997, la ciudad obrera de Västeraas, donde vivió 30 años antes de volver a Estocolmo en los años 90, creó el premio Tranströmer.
Después de publicar decenas de antologías, el poeta sufre en 1990 un ataque de apoplejía que le deja parcialmente paralizado y afásico, lo cual le obliga a reducir considerablemente su actividad.
Su primera obra tras ese ataque, seis años después, es una antología titulada "Góndola fúnebre", de la que se han vendido 30.000 ejemplares, una buena cifra para el género de la poesía.
Después de este éxito, Tranströmer no publicó nada durante ocho años, salvo su correspondencia con Bly.
Su última publicación se remonta al año 2004, con "El gran enigma", una antología de 45 haikus.
Desde entonces se centra en su otra pasión, la música. Toca a diario el piano, solo con la mano izquierda (la derecha quedó lisiada por el ataque), y se pasa las mañanas escuchando música clásica, contó su esposa en una entrevista al diario sueco Dagens Nyheter este año.
Tomas Tranströmer vive con su esposa Mónica. Tienen dos hijas.